Las tormentas eléctricas son maravillas de la naturaleza, pero para aquellos con sistemas de placas solares, puede generar preocupación sobre la integridad de sus inversiones energéticas. Sin embargo, la buena noticia es que estos sistemas están más preparados de lo que se podría pensar para enfrentar los embates de la madre naturaleza. Te contamos como afecta una tormenta eléctrica a las instalaciones de placas solares.
Rayos y truenos: ¿Un riesgo para las placas solares?
Es poco probable que un rayo impacte directamente en un sistema de placas solares. Pero, en el hipotético caso de que ocurriera, ¿Qué sucedería? Contrario a la creencia popular, si un rayo cayera en un sistema de placas solares, no causaría daños significativos. Estas instalaciones están diseñadas con sistemas de toma a tierra que disipan cualquier actividad eléctrica excesiva hacia la tierra, previniendo sobrevoltajes.
Lluvia: Beneficios y seguridad
La lluvia, lejos de ser perjudicial, ofrece beneficios a los paneles solares. Los módulos fotovoltaicos están fabricados para resistir el agua, y la lluvia, de hecho, actúa como una aliada al ayudar a limpiar los paneles de suciedad y polvo, manteniéndolos eficientes y operativos.
Granizo: ¿Un verdadero problema?
En el caso de granizo, tampoco hay motivo de alarma. Los módulos solares están construidos con materiales resistentes capaces de soportar impactos de granizo a velocidades de hasta 80 km/h, asegurando que el sistema permanezca indemne.
Viento: Resistencia a las ráfagas
El viento fuerte puede generar inquietud, pero los paneles solares están diseñados para soportar ráfagas de aire de hasta 230 km/h. Esta capacidad de resistencia brinda tranquilidad a los propietarios de estos sistemas durante tormentas ventosas.
En definitiva, los sistemas de placas solares están concebidos para resistir perfectamente cualquier tipo de fenómeno meteorológico. Su diseño y materiales se han creado teniendo en cuenta su ubicación al aire libre, garantizando una resistencia considerable a condiciones climáticas extremas.
Ante la incertidumbre que pueda generarse durante una tormenta eléctrica, los propietarios de sistemas solares pueden estar tranquilos. Estos sistemas están preparados para enfrentar diversas condiciones climáticas adversas, asegurando un rendimiento duradero y eficiente a pesar de las tormentas.